La globalización es un proceso de gran magnitud y que
implica un desafío inmenso para los estados de América Latina, estados que en
mayor o menos grado se encuentran en vías de desarrollo. La mayoría de los
países en América Latina son pequeños, con economías durante años cerradas, con
grandes deficiencias en materia administrativa, infraestructura limitada y
demás características conocidas por todos. Es por esta razón que para entrar en
el mundo globalizado requieren un trabajo detallado y minucioso de cada estado
que los ponga en condiciones óptimas para su ingreso en el escenario mundial
sin que existan abusos por parte de los poderosos. Este proceso es positivo, ya
que incentiva cambios generalizados al interior de los países con la finalidad
de consolidarse en todos sus ámbitos. Esta es la gran oportunidad de desarrollo
y organización para todos los estados de América Latina.
La globalización busca la formación de una sociedad mundial
descentralizada, impone la necesidad de darse en las condiciones apropiadas y
con esto ofrece grandes posibilidades de progreso en términos de organización,
eficacia, productividad, difusión de los conocimientos, mejora del nivel de
vida y acercamiento entre los hombres. Contribuye a que se produzca en un
contexto mundial un crecimiento más fuerte, más equilibrado y más propicio para
el desarrollo de los países pobres.
Este proceso permite la mejora de las condiciones de acceso
a mercados que antes estaban fragmentados, a través del desplazamiento de la
información, la tecnología y el capital. Las grandes empresas lo que buscan en
fragmentar los procesos productivos en localizaciones geográficamente distintas
que sean las más adecuadas, para esto los sistemas de comunicación son de vital
importancia lo que permite aprovechar las ventajas en la reducción de otros
costos por esta división geográfica del proceso productivo. Esto hace que
economías individuales que antes se encontraban completamente fuera de las
redes internacionales de producción puedan participar activamente y en esta
situación los estados de América Latina son un territorio propicio y muy
atractivo que se puede utilizar en gran forma para la fragmentación del proceso
productivo del que hemos hablado, por las condiciones que esta región ofrece,
por cuanto los países en América Latina son por lo general fuente de materias primas
y además de una mano de obra a un costo mucho menor que el que ofrecen los
países desarrollados.
Otra gran ventaja ha sido la proliferación de la inversión
extranjera directa en países en vías de desarrollo que antes se encontraban
completamente fuera del proceso productivo como ya hemos dicho antes. Para que
se de esta situación, la participación de estas economías, es necesario que el
estado receptor garantice y proporcione una estabilidad macroeconómica,
disponga de infraestructura adecuada, calificación, mano de obra disponible
entre otros para que se de efectivamente la inversión, todo lo cual implica un
gran desafío para América Latina y una oportunidad para el desarrollo.
Un aspecto importante es el de la competencia, el libre
mercado y el mercado global impulsan la competencia y como consecuencia de ésta
el mejoramiento de los procesos, los productos, la mejora de la calidad de los
productos, conjuntamente con una reducción de costos, promueve el esfuerzo para
lograr resultados mejores pero sin aumentar los costos. Para lograr mayor
competitividad se da también el fenómeno de nuevas alianzas empresariales y
societarias que están acabando con los antiguos monopolios y oligopolios, que
tantos problemas y atrasos han traído a nuestras sociedades.
La globalización en América Latina ha causado un gran
impacto, el cual ha sido positivo en muchos aspectos, así es como siguiendo la
opinión de la Dra. Beatriz Ramacciotti diríamos que, por ejemplo dentro del
plano político, en nuestra región, se han terminado casi completamente los
regímenes dictatoriales tradicionalmente muy arraigados en nuestras sociedades,
dejando el campo al desarrollo de estados democráticos elegidos en elecciones
limpias y libres, celebradas de acuerdo con normas constitucionales, el
fortalecimiento pues de la democracia es de vital importancia en este proceso.
Con respecto a la crisis por la deuda externa en que se encontraban nuestros
países, las cosas también han mejorado, se han reestructurado las economías en
concordancia con las fuerzas del mercado y la iniciativa privada, además es de
resaltar que la liberalización de las economías, ha llevado a una rápida
expansión de los acuerdos bilaterales de comercio, la apertura de los mercados
ha permitido descubrir los aspectos complementarios de las economías de varias
subregiones latinoamericanas. A su vez, los gobiernos se dedicaron a
organizarse, a través de acuerdos de libre comercio que han dinamizado el
funcionamiento de los ya existentes y que han dado origen a algunos nuevos y
muy importantes.
Este gran impacto causado en América Latina por la
globalización ha significado en nuestra opinión una gran ventaja, ya que ha
impulsado políticas destinadas al desarrollo, implica a su vez grandes retos en
materia de ajustes internos y externos a los que los estados están obligados
por el fenómeno. Es un trabajo en el cual los estados no pueden actuar solos,
ya que los procesos internos se acumulan e interrelacionan con los externos,
dando paso a ajustes y cambios en todos los niveles, sectores económicos y
sociales.
En los estados latinoamericanos se deben desarrollar
políticas tendentes a la estabilidad macroeconómica, a través del desarrollo
del sector privado, atracción de capitales e inversiones nacionales y
extranjeras, control de los procesos inflacionarios, políticas sociales que
disminuyan la diferencia que existe entre pobres y ricos, así como la inequidad
en la distribución de los ingresos, tienen que implementar avances en la
productividad y competitividad, sin dejar de lado programas sociales que
compensen a los grupos más desfavorecidos ante los efectos de los ajustes
económicos. No se puede olvidar la necesidad de consolidar la capacidad de la
administración pública al interior de los estados, tener regulaciones adecuadas
para el funcionamiento de las empresas privadas, la libre competencia y la
protección al consumidor, tener un adecuado y eficaz sector judicial que
otorgue ciertas garantías. El desarrollo tecnológico es de vital importancia y
éste tiene su origen en los sistemas educativos, los cuales se tienen que
rediseñar y lograr que lleguen a la mayor cantidad de gente.
Debe darse una modernización de los sistemas financieros,
con la finalidad que alcance el mayor grado de eficiencia posible, esto
permitirá aprovechar mejor todas las oportunidades que la globalización trae
consigo.
Es así como América Latina en líneas generales debe afrontar
la globalización, de la cual ha recibido ventajas y por la cual se enfrenta
actualmente a grandes retos, es un trabajo arduo al que se enfrenta nuestra
región, y en el cual también existen los puntos negativos, los que analizaremos
en la siguiente pestaña.
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